Caminar por la playa es el ejemplo perfecto para explicarte que es la huella del carbono. Al avanzar vas dejando una huella en la arena y así sucede cuando diariamente estamos realizando actividades que van dejando huella en la naturaleza y en el ambiente en que vivimos, que se traduce en gases de efecto invernadero.
En otras palabras la huella del carbono es la cantidad de gases de efecto invernadero que produce el ser humano durante sus actividades cotidianas, que en definitiva es lo que causa el calentamiento del planeta y se mide en toneladas de CO2 emitidas.
Cualquier actividad que realicemos a diario hace que la huella que dejamos a nuestro paso sea de mayor o de menor medida.
Por consecuencia debemos actuar siempre pensando y valorando los beneficios que nos da la naturaleza que a fin de cuentas es el soporte de la vida.
Ten en cuenta que cada vez que vayamos al supermercado o elijamos el transporte para desplazarnos en la ciudad o la cantidad de energía o agua que estamos desperdiciando diariamente, pensemos cómo podemos minimizar ese impacto negativo para el ambiente.
Cuidar nuestro entorno natural es cuidar del medio ambiente, los recursos naturales y de la vida misma, con acciones de conservación natural para un desarrollo sostenible.
Algunas actividades humanas que generan gases de efecto invernadero:
- Consumismo
- Deforestación
- Incendios forestales
- Crecimiento urbano
- Minería ilegal
- Agricultura extensiva
- Ganadería extensiva
- Producción y uso de la energía
- Sistema alimentario
- Transporte
- Industria